En
un viaje anterior tuvimos la intención de entrar al Museo Rodin y en esa
ocasión coincidió con la apertura de una muestra de Camille Claudel que convocó
muchísima gente; preferimos entonces cancelarlo ya que resulta más agradable el
recorrido cuánto menos gente circula por el lugar. En ésta oportunidad lo
hicimos con más tranquilidad habiendo elegido el horario de la mañana apenas
habilitaron el ingreso y optamos por recorrer el enorme parque que tiene una
importante cantidad de obras como El pensador, Los burgueses de Calais, Las
puertas del infierno, monumento a Balzac, etc. como así también agradables
espacios que combinan a la perfección para
disfrutar al aire libre de trabajos de mucha calidad artística.
Otro
lugar más pequeño pero que igualmente trasmite mucha paz es el Jardín Catherine
Labouré, el nombre remite a una hermana de Hijas de la Caridad que manifestó
haber visto y escuchado a la Virgen María quien le encomendó que hiciera
imprimir medallas con las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado
Corazón de María. La experiencia se materializó en lo que se le dio en llamar
la “Medalla Milagrosa”. Con el tiempo Catalina fue santificada y su cuerpo se
encuentra precisamente en la Capilla Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa; ésta y
el jardín se integran al predio de la misma congregación de monjas.
Volvimos
a Shakespeare & Co., una vieja librería frente a la Ile de la Cite que
contiene en sí misma muchas historias. Cada vez que allí hemos estado dejamos
una nota que se acumula a las miles que tapizan un sector; son mensajes,
saludos y agradecimientos que contienen íntimamente la intención de regresar.
Hasta
Montmartre nos acompañó una llovizna apenas perceptible que a decir verdad no le
quitó una pizca de encanto. El paisaje era diferente ya que el movimiento en la
Plaza del Teatro que se caracteriza precisamente por los pintores y retratistas que
trabajan y exponen sus obras, se veía reducidos notablemente.
Almorzar
en Chartier no fue una comida más. El cartel luminoso indica el ingreso y
adentro el ambiente se transforma. La madera que predomina en todo el salón
sumado al bullicio de tanta gente y la mejor atención completan el entorno. La
mesera anotó cada plato que pedimos en el mantel de papel al que agregó los
precios al momento de pedirle la cuenta. Tanto la trucha con almendras como el
pato confitado estaban a la altura del lugar. Deux café créme si vousplait, merci.