A una hora en colectivo desde Niza está Saint
Paul de Vence, un pequeño poblado medieval amurallado que con el tiempo se
convirtió en una villa de viviendas particulares para descanso o en talleres de
artistas que luego exponen a lo largo de decenas de locales, a los que se le
suman bares y restaurantes.
Hay esculturas además dispersas por todo el pueblo.
Las calles angostas sólo permiten el paso
peatonal que se hace muy agradable máxime si se recorren los espacios donde la
falta de comercios atrae a menos paseantes.
En el cementerio, que es lo único que queda
fuera de la muralla, están los restos del pintor Marc Chagall. Aquí también
vivieron artistas plásticos como Matisse, Renoir, Modigliani, escritores, y fue
además lugar de residencia temporaria de directores de cine y actores.
Cerca de St. Paul y rodeada de una vegetación
exuberante está la Fundación Maegth. Un marchand y su esposa, dedicaron un
espacio acondicionado especialmente para exhibir obras de arte, con ambientes
muy amplios e iluminación natural. Hay además grandes obras por todo el parque,
en contacto con la naturaleza y hechas especialmente para ese lugar.
Proliferan los trabajos de Joan Miró, bronces de Giacometti, etc.
Una pequeña capilla dedicada a un hijo de
Maeght muerto muy joven y una tienda de recuerdos completan un lugar que
destila no solo creatividad sino mucha paz.